El alma también duele.


Siento el dolor que te abruma
y entre redes sociales que te juzgan
ese momento injusto que no te merece.

Por que tu lo vales, porque tu lo deseas...
y quieres correr un tupido velo
entre el calor que agota tus ideas...

No sufras princesa, respira hondo 
deja esas lágrimas caer en tu pañuelo...
si pudieras volver atrás...
si pudiera el aire penetrar en tus pulmones...
con voz serena entonarías tu canto de de otra manera.

El perdón que te mereces
el perdón que yo te doy
pasando página entre cortinas de humo
allá donde vayas con la mirada triste
respira hondo y vuelve a brillar 
porque todo el mundo merece una segunda oportunidad.
Feliz día. 
Victoria Martín Egido.



Comentarios